La familia es el único grupo social en que participan todos los miembros de la sociedad y las relaciones entre sus miembros constituyen la base fundamental en la formación de las personas.
Muchas veces la velocidad de los cambios, la mecanización de la sociedad y su masificación van afectando estas relaciones y el espacio familiar, sumando a ello una falta de aprendizaje para el manejo de los conflictos, la rigidez en el ejercicio de los roles, y la inadecuada comunicación al interior de este grupo familiar.
A partir de esto surge la necesidad de contar con un especialista que se constituya en un nexo, un articulador de redes, que sea capaz de lograr mayores grados de desarrollo de las personas para enfrentar la vida, los cambios y las problemáticas que esta presenta, un profesional capaz de analizar situaciones personales de cada miembro de este grupo familiar, y las conductas que se presentan, para contribuir en mejorar estas situaciones. El nacimiento de este especialista con sólidos conocimientos de la persona, de la familia, y de la sociedad, con un alto grado de madurez, se hace indispensable para ejercer una labor preventiva, de apoyo y de fortalecimiento de la educación y orientación en el ámbito social y familiar.
Como profesionales del área social, los/as Orientadores/as Familiares mención Relaciones Humanas, o como Orientadores/as en Relaciones Humanas y Familia, por su formación académica es un profesional capaz de adaptarse a los cambios, y también ser críticos con el medio que les rodea, sus herramientas formativas les permiten desarrollar un trabajo de apoyo, de prevención, de intervención y seguimiento a personas de manera individual o grupal, permitiendo el desarrollo de la plena potencialidad de cada uno, en conformidad de la naturaleza que le es propia y en concordancia con el medio en el cual se desenvuelve.